Recordar es vivir

Hoy he tenido un pequeño encuentro con el pasado, un feliz tropezón con esos recuerdos que consideramos vencidos pero que sin embargo siguen ahí, anclados al corazón, o a la tripita, y que resurgen en cuanto cualquier pequeño motivo los resucita.

Hoy me he sentido joven de nuevo, porque si como decía García Márquez nos hacemos viejos cuando dejamos de enamorarnos yo hace tiempo que envejezco.

No he vuelto a enamorarme, tranquilos, pero ese encuentro fortuito del que os hablo me ha hecho, recuperar una vieja ilusión, y saber que mi corazón es todavía capaz de amar, aunque sea a viejos fantasmas.

Había descartado hablar de ello, quería guardarlo para mí, que egoísta, pero paseando por el nuevo blog de Marce (podéis encontrarlo en los enlaces) me he dado cuenta de que tenía que contarlo.

Viendo el mensaje de Marce me he acordado de un viejo y malo poema que escribí hace muchos años, tantos que se guarda en un papel estropeado, que hay que abrir con cuidado y releo muy de cuando en cuando. El poema es el fruto de mi inmadurez, de las ganas de querer contar mucho pero no tener las palabras para hacerlo, es, en definitiva, lo que luego llamé “una oda al ado”, por sus simples rimas de participio….

No se rian, pero quiero compartirlo con ustedes.

No creas que ya no te quiero, no

No creas que ya no te amo, no

Que ya no siento placer con el tacto de tu mano,

Que no me tiembla la voz cuando contigo hablo,

Que no lloro en soledad cuando con el te hallo

Y por la noche no pienso en ti, y me amargo.


Lo que pasa es que me rindo,

Que desprecio lo pasado,

Que olvido las locuras a las que me has obligado,

Me rindo porque no puedo,

Me rindo porque no aguanto.


Porque no hay posibilidades de enjuagar en ti mi llanto,

De contarte mis deseos, mis proyectos, mis relatos,

De lo que quisiera hacer, contigo, aquí, a mi lado.


De lo que me gustaría vivir disfrutando tus encantos

Y ver cada día tus ojos verdes,

Mirando en ellos el reflejo del hogar que creamos.


Sé que esto es imposible, pero te quiero tanto,

Que quiero que sepas, que aunque esté acompañado,

Que aunque a otra persona mi amor haya dado,

Nunca pienses por favor que te haya olvidado.


Tú sigue con tus sueños, con tu príncipe encantado,

Espero que te dé lo que yo te hubiera dado,

Y si algún día miras atrás, recordando tu pasado

Que yo tenga un hueco, en tu corazón un pedazo.


Si existiera la forma de contar cuanto te he amado,

De contar cuantas veces de olvidarte he tratado

Y cuantas veces por ti he llorado,


Si existiera la forma de darte mi mano,

Y pasear por la noche, contigo a mi lado

Escribir nuevos versos, de alegría, no de llanto

Y decirte que hasta hoy, te he querido tanto,

y tanto he disfrutado de nuestros encuentros contados.


Si existiera la forma de arroparte en mi manto,

Que sintieras el calor de mi amor humillado,

Y que vieras la forma en que me tienes atado,

De hacerte comprender que sin ti, no aguanto.


Si existe esa forma aún no la he encontrado,

Y son estos versos la última que he probado


Si algún día llegaran a tus manos,

Porque tratara yo un cortejo desesperado

Quiero que sepas que mi amor no es sensato,

Que mi cordura he perdido por sentirme olvidado

Que mi mente se encuentra perdida, vagando,

En una historia, en un mundo inventado

En una utopía, un imposible halo

De esperanza que me incita a seguir respirando.

Sl2

Nico